El proceso
Los organismos vivos no pueden utilizar directamente el nitrógeno que se encuentra en la atmósfera en forma gaseosa, y que supone el 71% del total; para ello, debe ser transformado previamente en nitrógeno orgánico (nitratos o amoniaco). Esto se consigue, fundamentalmente, mediante la fijación biológica, aunque también las radiaciones cósmicas y la energía que producen los rayos en la atmósfera intervienen en este proceso en menor medida combinando nitrógeno y oxígeno que una vez transformado es enviado a la superficie terrestre por las precipitaciones.
En la fijación biológica intervienen bacterias simbióticas que viven en las raíces de las plantas, sobre todo leguminosas como el guisante, trébol o la alfalfa, pero también determinadas algas, líquenes, etc. Las bacterias se alimentan de estas plantas, pero a cambio le entregan abundantes compuestos nitrogenados. Es muy común en agricultura cultivar leguminosas en determinados terrenos pobres en nitrógeno, o que han quedado agotados por otras cosechas, para permitir rotar los sembrados en el mismo lugar.
Cuando el nitrógeno ha quedado fijado en las raíces de las plantas, ya puede ser absorbido por éstas e incorporarlo a los tejidos en forma de proteínas vegetales. Desde aquí, el nitrógeno ya entra en la cadena alimentaria mediante los animales herbívoros y carnívoros.
Cuando las plantas y animales mueren, mediante la descomposición se produce una transformación química de los compuestos nitrogenados, convirtiéndose en nitrógeno amoniacal (actividad denominada amonificación), última etapa de la mineralización del nitrógeno que está contenido en la materia orgánica del suelo.
Este amoniaco vuelve a ser en parte recuperado por las plantas, pero el resto alcanza el medio acuático o simplemente permanece en el suelo, donde será convertido en nitrógeno nítrico por los microorganismos, en un proceso que se denomina nitrificación y que es aprovechado de nuevo por las plantas. Los nitratos pueden volver a la atmósfera mediante la desnitrificación, o ser eliminado del suelo por lixiviación (disolución en el agua) y posterior arrastrado a los ríos y lagos.
El ciclo del nitrógeno es un ciclo importante para la vida ya que de este ciclo depende mucho nuestra nutrición, para empezar, a pesar de que el nitrógeno es el elemento más abundante en la atmósfera, las plantas no lo pueden asimilar mas que como nitrato o amonio, por lo que algunas bacterias como la Rhizobium, Azotobacter, Nitrobacter y Nitrosomas, entre otras, se encargando e fijar el nitrógeno en las plantas o el suelo en algunas de estas dos formas. Sin el nitrógeno, las plantas tendrán un déficit proteico, ya que el nitrógeno es un elemento esencial para la formación de amino ácidos y posteriormente proteínas, como nosotros nos alimentamos de estas, que sin el ciclo no tendrían proteínas suficientes, sufriríamos de desnutrición, aunque no nos alimentamos especificamente de las plantas, este déficit continuaria ya que el déficit sería para los otros animales hervíboros que posteriormente consumiríamos, y por lógica tambíen careceríamos de estas proteínas.
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